La cocina peruana continúa expandiendo sus fronteras y consolidando su influencia internacional. Según un informe reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el número de restaurantes peruanos en el extranjero ha crecido de manera exponencial en la última década, pasando de apenas 200 establecimientos en 2015 a cerca de 4,000 en 2025.
Este fenómeno refleja no solo el auge de la gastronomía peruana como expresión cultural, sino también su capacidad de generar oportunidades económicas, promover el turismo y fortalecer la imagen del país en el exterior. Restaurantes peruanos se han establecido en ciudades como Nueva York,
Madrid, Tokio, Buenos Aires, Londres y Doha, llevando consigo el sabor, la técnica y la identidad de una cocina que ha sabido reinventarse sin perder sus raíces.
Cocina de exportación: tradición e innovación
El informe del BID destaca que esta expansión responde a varios factores: el reconocimiento internacional de chefs peruanos, la creciente demanda por experiencias culinarias auténticas, y el interés por ingredientes nativos como la quinua, el ají amarillo, el maíz morado y el camote. Restaurantes como Maido, Central, Astrid & Gastón y La Mar han sido pioneros en abrir sedes fuera del país, inspirando a una nueva generación de emprendedores gastronómicos.
Además, la cocina peruana ha logrado posicionarse en rankings internacionales como The World’s 50 Best Restaurants, lo que ha contribuido a su visibilidad global y a la apertura de nuevos mercados. Hoy en día, es común encontrar cebicherías, huariques y propuestas de cocina fusión en barrios multiculturales de Europa, Asia y América del Norte.
Impacto económico y cultural
La internacionalización de la gastronomía peruana ha generado un impacto económico significativo. Según datos de APEGA citados en el informe, solo en Estados Unidos existen más de 400 restaurantes peruanos, muchos de ellos operados por migrantes que han convertido la cocina en una herramienta de integración y desarrollo.
Este crecimiento también ha impulsado la exportación de productos peruanos como el pisco, la lúcuma, el rocoto y el café de altura, fortaleciendo cadenas de valor y promoviendo prácticas agrícolas sostenibles. Asimismo, ha contribuido a la construcción de una marca país sólida, basada en la calidad, la diversidad y la autenticidad.
Perú, embajador gastronómico
El BID señala que la gastronomía peruana representa un caso ejemplar de cómo la cultura puede convertirse en motor de innovación y desarrollo. La expansión de sus restaurantes en el extranjero no solo genera ingresos, sino que también proyecta una imagen positiva del país, basada en la hospitalidad, el talento y el respeto por el origen.
Con cerca de 4,000 restaurantes fuera de sus fronteras, Perú se consolida como uno de los principales referentes gastronómicos del mundo. Y lo hace con sabor, con historia y con una visión que sigue creciendo.



