El pollo a la brasa, considerado uno de los platos bandera de la gastronomía peruana, ha sido elegido por la revista especializada Taste Atlas dentro de la categoría de los 100 mejores platos elaborados con pollo en el mundo. Este reconocimiento refuerza la posición del Perú como referente internacional en la cocina y destaca la importancia de un plato que, más allá de su sabor, representa identidad y tradición.
Historia y evolución de un ícono culinario
El pollo a la brasa nació en Lima en la década de 1950, cuando el empresario suizo Roger Schuler ideó un sistema de cocción en horno especial que permitía asar pollos enteros con un sabor único. Con el tiempo, la receta se perfeccionó y se convirtió en un fenómeno gastronómico nacional.
Hoy, el pollo a la brasa es uno de los platos más consumidos en el país, presente en miles de restaurantes y pollerías que lo ofrecen acompañado de papas fritas, ensaladas y diversas salsas, entre ellas la tradicional crema de ají. Su popularidad ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un emblema de la cocina peruana en ciudades de América, Europa y Asia.
Reconocimiento internacional
La inclusión del pollo a la brasa en la lista de Taste Atlas confirma su relevancia global. La publicación, conocida por sus rankings y reseñas gastronómicas, destacó la calidad del plato, su sabor inconfundible y la manera en que refleja la riqueza cultural del Perú.
Este reconocimiento se suma a otros logros recientes de la gastronomía peruana, que ha sido galardonada en múltiples ocasiones como una de las mejores del mundo en rankings internacionales y festivales culinarios.
Voces del sector
Representantes del sector gastronómico peruano celebraron la noticia como un triunfo colectivo. “El pollo a la brasa es más que un plato: es parte de nuestra identidad. Este reconocimiento internacional nos llena de orgullo y nos motiva a seguir promoviendo nuestra cocina en el mundo”, señaló la Asociación Peruana de Gastronomía.
Chefs y empresarios del rubro coincidieron en que este logro es también un homenaje a las miles de pollerías que, día a día, mantienen viva la tradición y la calidad de este plato emblemático.
Impacto cultural y económico
El pollo a la brasa no solo es un símbolo cultural, sino también un motor económico. Se estima que millones de peruanos consumen este plato cada semana, generando un impacto significativo en la industria restaurantera y en la cadena de valor de productores locales.
La popularidad del pollo a la brasa ha impulsado la creación de franquicias internacionales y ha fortalecido la imagen del Perú como destino gastronómico de primer nivel.
Una celebración nacional
La elección de Taste Atlas llega en un momento oportuno para reafirmar el liderazgo de la cocina peruana en el escenario global. El pollo a la brasa, con su sabor inconfundible y su arraigo cultural, se consolida como un verdadero embajador de la gastronomía del país.



