El sésamo, también conocido como ajonjolí (Sesamum indicum), es una semilla originaria de África y la India. En la actualidad su consumo está extendido mundialmente.
En su aplicación en la cocina, podemos utilizar el sésamo para preparar panes, galletas, ensaladas, platos con arroz, pasta, carne o verduras, dulces o tahini (pasta cremosa derivada de esta semilla). Además, podemos obtener aceite de sésamo(muy presente en la cocina asiática) ideal para aliñar ensaladas.
En este punto, os invitamos a probar nuestra receta de "Bagels clásicos con sésamo".
El sésamo son semillas pequeñas y en el mercado podemos encontrarlas de diferentes tipos, principalmente tres:
- Semillas de sésamo blancas: son las más populares, utilizadas para bollos, panes, salsa de curry o salsa picante. Se caracterizan por su sabor suave.
- Semillas de sésamo sin pelar o integral: sus propiedades nutricionales son superiores a las de las semillas blancas. Se pueden utilizar para la preparación de la pasta tahini o mantequillas. Se deben conservar en un recipiente hermético y en un lugar fresco y seco.
- Semillas de sésamo negro: el aceite derivado de esta semilla es una de las más valoradas en el mercado. Se pueden utilizar para elaborar productos horneados. Destacan por un sabor y aroma intenso, sobre todo cuando están tostadas.
En lo que respecta a sus beneficios para la salud, el sésamo:
-Favorece el funcionamiento del aparato digestivo y protege la flora bacteriana
-Fortalece el sistema nervioso
-Ayuda a reducir el dolor derivado de la artritis
-Regula el nivel de colesterol en sangre
-Puede prevenir de sufrir cáncer de colon, migraña u osteoporosis
-Es beneficiosa para personas que sufren de problemas de corazón o hipertensión
-Retrasa el envejecimiento celular
-Mejora la circulación
-Favorece el descanso