El día de muertos o la festividad de Todos los Santos se celebra en Perú los días 1 y 2 de noviembre, haciendo tributo a los antepasados. Uno de los nexos de unión entre el mundo de los muertos y de los vivos en estos días es la gastronomía. Se preparan las comidas y potajes preferidas de los ausentes y se hace una ofrenda en un altar.
Es tradicional que se empiece el primer día con un desyuno familiar y cada casa brinda a la memoria de sus muertos alimentos y preparaciones. En Ayacucho y Huanta se desayunan chaplas y tantawawas, acompañado de queso serrano y por la tarde el picante de cuy.
En la costa norte se preparan panes dulces, y en la sierra se cocina pachamana. En muchas ciudades son tradicionales los tantawawas, que son unos panes dulces con formas de niño que es ofrecido a padrinos o familiares.
En las zonas de Cusco, Cajamarca y Ancash se prepara cerdo al horno con tamales, y en Puno se elebora chancho o cerdo al palo. Se suele beber mate de coca.
En Lima se visitan los cementerios y se pueden encontrar gran variedad de dulces
Las ofrendas se ponen en un altar en honor a los muertos.