Uruguay conquistó esa marca por primera vez en 2008, en ese caso con un gran asado celebrado en Montevideo, pero en 2011 pasó a Argentina, país con el que comparte el arte de los asados como gran referencia gastronómica a ambos lados del Río de la Plata.
En el parque Rodó de esta ciudad de 40.000 habitantes, casi dos centenares de personas trabajaron toda la noche para deshuesar, pesar y colocar en las parrillas piezas y cortes de más de 100 vacas. Tras 14 horas de parrilla en las que los cien cocineros trabajaron por turnos, la carne volvió a ser pesada ante la expectación popular -había que superar la marca de 9.160 kilos de carne asada-.
Para ello se utilizó una balanza de última generación y, ante la atenta mirada de jueces y expertos, se obtuvo la cifra final: 10.141,72 kilos de carne asada y el Récord Guinness. Mientras tanto, los asistentes recibían porciones de asado, junto a pan y ensaladilla rusa -de la que se repartieron alrededor de 4.000 kilos-, y se sentaban a degustar este plato típicamente uruguayo que, más allá de la comida, entraña toda una forma de entender las relaciones sociales, el ocio y la diversión.